Santo Domingo. – Las operaciones de lo que hoy es el Aeropuerto Internacional de Punta Cana se iniciaron con una pista de grama de 800 metros. El propósito fue recibir aeronaves pequeñas para los turistas que ocuparían las primeras 20 cabañas. Esto ocurrió en 1971 y el presidente Joaquín Balaguer asistió al acto de inauguración.
El administrador del Grupo Punta Cana, Frank Rainieri, ha dicho en innúmeras oportunidades que fue en 1983, con una inversión inicial de US$50,000, cuando se inicia la construcción del actual aeropuerto. La primera pista tenía 1,500 metros y una terminal de 300 metros cuadrados. Las operaciones formales comenzaron al año siguiente y recibieron 2,860 pasajeros.
El orden jurídico relacionado con la aviación comercial en República Dominicana aún tenía muchos puntos pendientes. La Ley 8, que crea la Comisión Aeroportuaria, se había creado en noviembre de 1978 y todavía carecía de madurez.
La Comisión Aeroportuaria, a través de un comunicado de prensa, confirmó que fue en 1999, casi 20 años después de haber estado operando, cuando el Aeropuerto de Punta Cana formalizó su contrato con el Estado. ¿Cómo y bajo cuáles condiciones operó esta terminal durante todos esos años? El órgano estatal lo dejó establecido de manera meridiana: se mantuvo en la sombra de un oficio de “no objeción”, que equivale a una especie de apátrida contractual. Aun así, los aportes de esta terminal aeroportuaria al desarrollo hotelero de la zona Este del país no están en discusión. Sólo en el área de Punta Cana hay alrededor de 40,000 habitaciones en aproximadamente 67 hoteles. La primera inversión extranjera llegó desde España, con la inauguración de un hotel en 1985.
También, el desarrollo turístico del Este ha tenido que enfrentar al principal enemigo de la competitividad: el monopolio, que es en lo que hoy se ha convertido el Aeropuerto de Punta Cana, que recibe cerca del 65% de los turistas que visitan a República Dominicana. Esta condición ha generado importantes retos para el país, pero pone de frente lo que significa todo el proceso de crecimiento que tiene la zona Este desde Bávaro hacia arriba y hasta Miches o El Seibo.
La institución estatal, que conforme al mandato de la ley ejecuta las medidas necesarias para velar por el buen funcionamiento de los aeropuertos, defendió su decisión de no objetar la construcción del Aeropuerto Internacional de Bávaro ante el rechazo que ha expresado la Corporación Aeroportuaria del Este (CAE), que maneja el Aeropuerto de Punta Cana.
“La Comisión Aeroportuaria que el Grupo Punta Cana ahora está desprestigiando, es la misma Comisión que apoderaron en septiembre del año 1999 para que aprobara la formalización de su contrato con el Estado, y la misma que dictó la Resolución 6013 que acogió su pedido y confeccionó dicho contrato y le dio vida jurídica a un aeropuerto privado que se había mantenido por casi dos décadas en la sombra de un oficio de -no objeción-, como un apátrida contractual”, sostiene la entidad estatal en un documento de prensa.
La Comisión Aeroportuaria descartó que constituya un ilícito penal la aprobación de la Resolución N6796 en la que se otorga su no “objeción” para la construcción del Aeropuerto Internacional de Bávaro y afirman que las acciones de la totalidad de sus miembros se enmarcan en ámbito de la ética y las facultades que le otorga la ley.
Ante la disputa pública de la que han sido objeto los miembros de la Comisión Aeroportuaria por parte del grupo propietario del Aeropuerto Internacional de Punta Cana, este órgano del Estado creado por la Ley número 8 de 1978, aclara que sus actuales miembros y funcionarios preservan su derecho de defender su honra y prestigio familiar hasta las últimas circunstancias.
En ese contexto puntualizan que esa acción refleja que los argumentos legales de quien autorizó la denuncia penal, son escasos, pero su memoria más aún.