Por: Cándido Simón
Es irresponsable la declaración de la Ministra de la Mujer al afirmar que el treinta por ciento de los hombres dominicanos son violentos, mientras escurre el bulto hablando en tercera persona de que “se hace urgente trabajar para que ese 30 por ciento de hombres agresivos pueda desaparecer” como si esa fuera responsabilidad “del otro” no suya.
Esa cifra es especulativa, acientífica, sin fuente identificada, es una “desinformación”, y si fuera cierto, qué en concreto ha estado haciendo ella en casi cuatro años al frente del ministerio responsable de evitarlo, para que eso no suceda.
Por eso y por gente como ella al frente de las entidades a cargo de prevenir, controlar y reducir la violencia entre la familia es que la distorsionada política pública de protección a la mujer fracasó, colapsó, y en vez de disminuir aumenta, porque tratan al hombre como el enemigo en la relación de pareja, el culpable por el hecho de ser hombre, y en vez de incluirlo en la solución lo excluyen tratándole como el único responsable de la violencia intrafamiliar.
Ese desparpajo salido de la Ministra de la Mujer incita más a la violencia y divide las familias, porque empodera a las mujeres que aun sin razón o habiendo provocado la situación se sienten protegidas sin censura y el presenta al hombre como el malo, el perverso, por el solo hecho de tener cara de varón.
En un país con el mínimo de institucionalidad esa declaración temeraria, especulativa y discriminatoria le obligaría a presentar su renuncia o el Presidente la desvincularía.
