Por: Aneudy Ramírez
Recientemente escuche en los medios de comunicación las declaraciones del ex mandatario Leonel Fernández, presidente de la república en tres ocasiones, decir que una vez más podría volver a presidir el destino del país solo si el pueblo lo quiere y lo pide.
Como es lógico, el mandatario hace uso racional de lo que significa la democracia, el poder del pueblo para el pueblo. El poder de decisión que tienen las personas y el derecho a elegir lo que es más conveniente para la República Dominicana.
El país actualmente atraviesa una crisis política muy aguda que se ve reflejada en la falta de credibilidad de quienes están llamado a defender la democracia. Y esa falta de credibilidad ha afectado a todo un sistema que si llega a colapsar podríamos darle paso a un proceso de desestabilización política y democrática, ya que esto atraería como resultado, la elección de un outsider término utilizado en el vocabulario político moderno para definir a una figura famosa que incursiona en la política a partir de su estatus.
No hay dudas que esta crisis debe ser solucionada por los mismos actores que en parte fueron causante de la misma. El sistema partidario ha generado un atraso en el desarrollo de la democracia y la institucionalidad. Las sociedades modernas exigen partidos modernos y democracia robusta y pura.
En los gobiernos que nos han presididos desde la caída del régimen dictatorial del tirano Rafael Leónidas Trujillo, el anhelo por la democracia fue el motor que impulsó a conquistar las más nobles causas y que permitieron a los partidos políticos ser los protagonistas de esas conquistas, Ideas, innovaciones, causas sociales, revolución, todo eso que llamó a los ciudadanos a poder identificarse con los partidos políticos.
Pero eso se fue perdiendo a medida que los partidos políticos fueron aislando de su rol en el sistema democrático nacional. Ya sus luchas y conquistas no eran los más nobles ideales de la colectividad de la sociedad sino el individualismo y el interés prontuario de hacer riquezas para retener el poder.
Ese pueblo que hoy en día tiene la solución en sus manos de poder elegir nueva vez a un gobernante del calibre de leonel Fernández debe sentir la seguridad de que una nueva eleccion del ex jefe de estado será para reivindicar el anhelo que una vez representaban los partidos a nuestra sociedad.
Actualmente leonel es el único político capaz de garantizar un despunte y remonte para que los partidos políticos jueguen su rol en el sistema democrático. Como estadista es el único que conoce a fondo la problemática y sabe que la única manera de garantizarle a la sociedad democracia y libertad es a través del instrumento que la representa. Es volver a la institucionalidad del sistema partidario.
Muchos pretenden con su accionar siquitrillar y pulverizar lo que tanto sacrificio lograron grandes hombres en la transición por la democracia como el profesor Juan Bosch, Alberto Caamaño, El coronel Fernández Domínguez, José Francisco Peña Gomez, entre muchos grandes hombres que dieron su vida por la libertad y la democracia.