Ultimas Noticias

Lo mismo, pero no igual

Por: Orlando Gil

Conviene insistir en lo mismo.

Aun cuando se denuncia al sistema de partidos y se deja entrever la desaparición de fuerzas políticas importantes, o que los candidatos “no llenan las expectativas”, no lo único, pero sí lo verdadero es que la democracia dominicana goza de buena salud.

Los procesos son difíciles, y en ocasiones se viven situaciones de pre crisis, de crisis y de post crisis, pero que se superan de manera milagrosa.

En el 1994 hubo coroneles que estaban dispuestos a casarse con la gloria, pero José Francisco Peña Gómez era una cosa en la tribuna y otra en el manejo de gabinete.

Nunca se dejó manejar por el discurso, y como no le toparon, tampoco ordenó que quemaran el país por los cuatro costados.

Y ese ha sido siempre el devenir desde que la política superó la etapa de la manigua y la época de Concho Primo.

La coyuntura que acaba de pasar en que la Constitución enfrentó la Reelección que quería desconocerla y violarla y establecerse como dictadura, fue otra demostración de prudencia.

Los locos se sueltan, pero los loqueros imponen su ciencia o su autoridad. Saber cuáles unos, cuáles otros, no es fácil.

Aunque lo que importa es que la racionalidad es norma y no excepción.

El trance que se vivió fue por la rehabilitación de Danilo Medina, como paso previo a la reelección. Medina era el malo, pudo ser más malo, pero se salió de debajo de la patana de la historia.

Sin embargo, no se pasa la página, solo se dobla la punta, y el concepto se mantiene, aunque diferente la circunstancia. Ahora se dice habilitación.

Una forma menos violenta de afectar la Constitución. Con  la reelección era meter mano bajo la falda, con la habilitación solo rozar la mejilla.

La misma película, una porno para adultos y otra 4 D para niños.

La democracia dominicana, sin embargo, da para una y da para otra, y no se altera, e igual dice que si o que no, sin que los riesgos sean mayores…

 

Botón volver arriba