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Presidente del BIS José Francisco Peña Guaba en cabildeo quiere estar con Dios y con el diablo, ni es de Luis, tampoco es de Leonel; proyecta a Luis Abinader como carta de triunfo segura para elecciones 2024

Santo Domingo. – El presidente del Bloque Institucional Social Demócrata (BIS), José Francisco Peña Guaba, a pocos meses de haber iniciado el nuevo Gobierno, ya proyecta al presidente Luis Abinader como una carta de triunfo para reelegirse en los comicios del 2024.

En ese sentido, Peña Guaba, quien es aliado incondicional del expresidente Leonel Fernández, en cabildeo quiere estar con Dios y con el diablo, señala al primer mandatario Luis Abinader como seguro contendor para los comicios del 2024, pese a que su Gobierno está manejando un Estado con las arcas vacías y administra una crisis económica y de salud producida por el COVID-19.

Cabe resaltar que el presidente del BIS admira y realza la destreza de Abinader en el manejo del Gobierno, su habilidad para consultar a partidos y diferentes sectores antes de tomar decisiones importante y como ha sabido mantener la unidad del Partido Revolucionario Moderno sin sectarismo.

“No me cabe la menor duda que el presidente es el mejor activo con que cuenta el PRM y creo que lo será para las elecciones del 2024. Solamente imponderables pudiesen cambiar la ecuación política, por lo que ante un panorama de mantenimiento de la división de la oposición él podría estar en el carril de adentro para triunfar en otro proceso electoral, sobre todo si mantiene números aceptables en las encuestas y logra articular una gran alianza para la primera vuelta de 2024”, sostuvo.

El político realizó el planteamiento en un artículo titulado: “Reflexiones en el cambio”, sugiriendo que el jefe del Estado encarna el liderazgo del cambio y que la clase política valora el nivel de respeto y trato que da a todos los partidos, que habla bien de su “don de gente” y de una sabia política de puertas abiertas.

Dijo que aunque todos están conscientes de que se pueden cometer errores, puesto que “a gobernar se aprende gobernando”, pero el presidente Abinader ha demostrado que no tiene temor alguno de echar para atrás cualquier medida que no resulte aceptada por la mayoría.

Explicó que equilibrar la representación de sectores en su Gobierno es una necesidad, porque sin políticos de oficio al lado no es fácil gobernar en tiempo de escaseces, que a la vez exigen mantener vínculos con los estratos humildes, que son la mayoría de los electores.

En su opinión, hay AL menos cinco retos cruciales que deberá sortear el mandatario para poder extender su contrato de inquilinato 4 años más en la mansión de Gazcue, a saber:

Buscar mecanismos para satisfacer a la dirigencia de su partido, que históricamente tiene una alta proclividad a la división.

Cuidar los índices macroeconómicos y, a la vez, hacer conciencia en la población de que sólo eso es un éxito en medio de la corona crisis mundial en que vivimos.

Lograr un respaldo mayoritario de las fuerzas políticas organizadas, como logró en su momento el PLD, porque son estos 27 partidos los que tienen los recuadros donde la gente votará.

Armonizar las acciones del gobierno para evitar los “autogoles” que hemos visto, que podrían afectar sensiblemente su posicionamiento electoral, y comprender que la idiosincrasia de un pueblo no se cambia en 4 años: hay que hacer cambios pero, sin pensar que cambiará de inmediato la mentalidad de la población. Huelga decir aquí cuáles son los toques distintivos del dominicano que nos hacen únicos y que han fomentado el mega clientelismo de hoy.

Peña Guaba estima importante que Luis Abinader entienda que él es el abanderado de una base de apoyo de centro-izquierda, herencia sobre la que dejó su impronta José Francisco Peña Gómez.

Asimismo, es importante anotar que a la gente le interesa más un gobierno eficaz que un gobierno moralista. Sólo tenemos que ver al único que tuvimos, en el año 63. Penosamente, no estamos en Suiza.

 

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