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Simplemente espero

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Por: Orlando Gil

Nadie me preguntó, y eso que salí y anduve por lugares donde suponía a los encuestadores. Aun cuando eran cuatro firmas, no me encontré con ninguno de los equipos.

No tengo por tanto vela en ese entierro (y nunca más justa la expresión), pues mi opinión no fue tomada ni considerada.

Como yo debe haber miles de dominicanos a los que no se les preguntó cuál de los precandidatos oficialistas era de su preferencia.

Si Andrés Navarro, Temístocles Montás, Radhamés Segura, Francisco Domínguez y Gonzalo Castillo. Reinaldo Pared, Carlos Amarante y Maritza Hernández quedaron fuera del juego.

Esa es la real situación: Una competencia de nombres y al final un resultado de grupo. No importa lo que diga una ni la otra, como apuntaría la Madre Superiora, deberá escogerse entre todas.

El punto es interesante, y basta observar la reacción adelantada de la gente, o de los interesados, o de los desesperados.

Por ejemplo, ¿qué sentido tiene hacer esta semana una medición entre Leonel Fernández y Gonzalo Castillo si la preliminar está en proceso? Más que dinero que sobra, aparenta nerviosismo.

Si le hubieran preguntado a la lógica, esta habría recomendado hacerla la semana que viene, cuando se tengan a mano los números o empiece a verse el desempeño del seleccionado en el nuevo escenario.

Viendo lo caprichosa que son las encuestas en estos días, cualquiera no se arriesga a descartar el azar. El renunciante ministro de Obras Públicas dispone de infinitos recursos, pero no puede decirse que el trabajo de sus pares no rinde por falta de fondos.

Andrés Navarro, Temístocles Montás y Francisco Domínguez pueden felicitarse y aguardar con entereza el resultado. Fueron certeros, profusos y creativos en sus promociones, o de manera personal o través de las redes, o diversos medios.

La creencia común (casi absoluta) es que papeleta mata a menudo, y se da, y muchas veces, pero no siempre. Gonzalo Castillo podría resbalar o los encuestados no validar el supuesto designio del Presidente.

Como no me consultaron, y como a mí, a miles, yo espero…

 

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